Proceso Creativo: Grabado Ídolo


Proceso Creativo: Grabado Ídolo



La Coatlicue la encuentran en la plancha del zócalo de la Ciudad de México, después la trasladan a la universidad real y pontificia de México en 1790 encerrada en una jaula, pero solo estuvo ahí durante un tiempo para después ser sepultada bajo tierra. Lo hicieron porque por las noches los habitantes indígenas de la ciudad se metían al patio de la universidad para honrar a la Coatlicue con ofrendas.


Decidieron enterrarla por segunda vez. Hasta que Von Humboltd decidió estudiar el monolito, ahí la desenterraron por tercera vez solo para estudiarla y después la volvieron a enterrar. La cuarta vez que la desenterraron en 1823 porque William Bullock quiso usar el monolito para hacer una exposición en the egyptian hallel un edificio en Londres donde hubo una exposición de México. Pero después de hacer los moldes de yeso la volvieron a enterrar. La Coatlicue fue usada como corral para conejos en su estancia en la universidad y la cuarta y última vez que la desenterraron fue gracias a Maximiliano 




La Coatlicue como una escultura incomprendida y algo temido y monstruoso. 

A diferencia del calendario azteca que históricamente se vio enaltecida gracias a que desde los tiempos de la colonia española los españoles le dieron mucho más valor por estar mucho más asociada con valores de la matemática lógica y proporción que se valoraba mucho más en la ilustración y encarnaba a las matemáticas y la ciencia.

Por contraparte la Coatlicue era vista como una escultura monstruosa, con collar de corazones y manos humanas, con la cabeza y miembros cercenados y en su lugar unas grotescas serpientes. Era un claro ejemplo del salvajismo prehispánico, incluso en el museo de arqueología está posicionada a un costado del calendario azteca.  

La historia de México esta llena de estas históricas que rozan entre lo chistoso, lo bizarro y lo incoherente

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